La explosión del Krakatoa 💥

La erupción de Krakatoa, o Krakatau, en agosto de 1883 fue una de las erupciones volcánicas más mortales de la historia moderna. Se estima que murieron más de 36.000 personas. Muchos como resultado de las lesiones térmicas de las explosiones y otros más fueron víctimas de los tsunamis que siguieron al colapso del volcán en la caldera debajo del nivel del mar. La erupción también afectó el clima y provocó la caída de las temperaturas en todo el mundo. 


La isla de Krakatau se encuentra en el estrecho de Sunda entre Java y Sumatra. Es parte del arco de la isla indonesia. La actividad volcánica se debe a la subducción de la placa tectónica indo-australiana a medida que se mueve hacia el norte hacia el continente asiático. La isla tenía nueve kilómetros de largo y cinco de ancho. Antes de la erupción histórica, habían tres picos volcánicos unidos: Perboewatan, el más septentrional y más activo; Danan en el medio; y el más grande, Rakata, formando el extremo sur de la isla. Krakatau y las dos islas cercanas, Lang y Verlatan, son restos de una gran erupción anterior que dejó una caldera submarina entre ellas.

En los años anteriores a la erupción de 1883, la actividad sísmica alrededor del volcán era intensa, con algunos terremotos en lugares distantes como Australia.

En mayo de 1883, el capitán de un buque de guerra alemán, informó haber visto nubes de cenizas sobre Krakatau. Estimó que tenían más de 6 millas (9.6 km) de altura. Durante los siguientes dos meses, embarcaciones comerciales y barcos turísticos fletados frecuentaron el estrecho e informaron ruidos atronadores y nubes incandescentes. La comunidad científica envió expertos para estudiar la isla y encontraron inquietantes signos de actividad volcánica. Las personas en las islas cercanas celebraron festivales para celebrar los fuegos artificiales naturales que iluminaban el cielo nocturno. Estas celebración se detendría trágicamente el 27 de agosto.

A las 12:53 pm del domingo 26, la explosión inicial envió una nube de gas y escombros a aproximadamente 15 millas (24 km) en el aire sobre Perboewatan. Se informó de la caída de ceniza pesada desde barcos que se encontraban a más de 20 kilómetros de distancia del volcán, con pedazos de piedra pómez caliente de hasta diez centímetros de diámetro, que caían sobre sus cubiertas. Se cree que los restos de la actividad eruptiva anterior deben haber tapado el cuello del cono, permitiendo que se acumule presión en la cámara de magma. En la mañana del 27, el volcán entró en la catastrófica etapa final de su erupción, cuatro explosiones tremendas, escuchadas tan lejos como Perth, Australia, a unas 2.800 millas (4.500 km) de distancia, sumergieron a Perboewatan y Danan en la caldera debajo del mar. Se cree que el estruendo de la mayor de las erupciones es el sonido más alto registrado en la historia, alcanzando niveles de hasta 180 dB (SPL) a una distancia de 160 kilómetros.

La explosión inicial rompió la cámara de magma y permitió que el agua de mar entrara en contacto con la lava caliente. El resultado se conoce como un evento freatomagmático. El agua hirvió rápidamente, creando un colchón de vapor sobrecalentado que transportó los flujos piroclásticos hasta 40 km (25 millas) a velocidades superiores a 100 km/h. A la erupción se le ha asignado una calificación de 6 en el Índice de Explosión Volcánica y se estima que tuvo una fuerza explosiva de 200 megatones de TNT. (Para fines de comparación, la bomba que devastó Hiroshima tenía una fuerza de 20 kilotones, casi diez mil veces menos explosiva que la erupción de Krakatoa. La erupción de Krakatoa fue aproximadamente diez veces más explosiva que la explosión del Monte St. Helen de 1980 con un VEI de 5) 


El tefra (fragmentos de roca volcánica) y los gases volcánicos calientes mataron a muchas de las víctimas en Java occidental y Sumatra, pero miles más fueron muertos por el devastador tsunami. La pared de agua, de casi 40 metros de altura, fue creada por el colapso del volcán en el mar. Abrumo por completo las pequeñas islas cercanas. Los habitantes de las ciudades costeras de Java y Sumatra huyeron hacia tierras más altas. Ciento sesenta y cinco pueblos costeros fueron destruidos. El barco de vapor Berouw fue llevado casi una milla tierra adentro en Sumatra. Otro barco, el Loudon, había sido anclado cerca. El capitán del barco, Lindemann, logró girar la proa para enfrentar la ola, y el barco pudo cruzar la cresta. Mirando hacia atrás, la tripulación y los pasajeros vieron que no quedaba nada de la bonita ciudad donde habían estado anclados. Tras estas explosiones, sólo un tercio de la isla permaneció en su lugar. El resto había sido lanzado a la atmósfera y al mar.

Las explosiones arrojaron aproximadamente 11 millas cúbicas (45 km cúbicos) de escombros a la atmósfera, oscureciendo los cielos hasta a 442 km del volcán. En las inmediaciones, el amanecer no regresó durante tres días. Barógrafos en todo el mundo documentaron que las ondas de choque en la atmósfera dieron vueltas alrededor del planeta al menos siete veces. En 13 días, una capa de dióxido de azufre y otros gases comenzaron a filtrar la cantidad de luz solar capaz de llegar a la Tierra. Los efectos atmosféricos produjeron espectaculares puestas de sol en toda Europa y Estados Unidos. Las temperaturas globales promedio fueron de hasta 1.2 grados más frescas durante los próximos cinco años. Tres años después, observadores de todo el mundo describían los brillantes colores que podían verse durante el crepúsculo y el alba, ocasionados por la refracción de los rayos solares en las partículas en suspensión.

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