Las "Manadas de Lobos" alemanas



El término “manada de lobos”fue creado por el almirante alemán Karl Döenitz y desde entonces se ha utilizado para designar cualquier ataque coordinado a buques enemigos por parte de varios submarinos a la vez.

Al iniciar la Segunda Guerra Mundial la marina alemana de superficie se encontraba en absoluta inferioridad frente a las fuerzas combinadas de Inglaterra y Francia, y la fuerza de submarinos no era la excepción, su escaso número hacia imposible poner en práctica alguna estrategia agresiva durante el primer año del conflicto (Los alemanes disponían de 57 submarinos, pero sólo 27 tenían capacidad oceánica)

Hacia 1941, sin embargo, al acrecentarse el número de sus unidades, pudieron por fin poner en acción las "manadas de lobos", aunque todavía en forma incipiente.

La táctica de "la manada" consistía en lo siguiente: el servicio de patrullaje, o bien un submarino en operaciones, comunicaba al comando central (con base en tierra) la posición del convoy enemigo avistado, su rumbo y velocidad. Desde el comando enseguida, después de estudiar sobre las cartas de navegación, la ubicación de las distintas unidades sumergibles, se radiaba a las más próximas al convoy la orden de reunirse y atacar en forma simultánea. De esta forma se lograba un máximo de hundimientos y hasta aniquilar convoyes enteros.

Atacar convoyes con esta técnica, tenía ventajas evidentes:

- Los submarinos al realizar de manera conjunta la patrulla por una determinada zona del océano, aumentaban sus posibilidades de divisar a un convoy enemigo.

- Una vez avistado, la probabilidad de hundir un número mayor de mercantes aumentaba, ya que al realizar los ataques simultáneos, producían un desbarajuste en la formación del convoy y los buques de escolta, tenían dificultades para repeler los ataques.

- Los ataques eran más devastadores que los efectuados en solitario y se reducían los riesgos de ser localizado y hundido en el caso de tener escolta el convoy.

Pero, también tenía sus inconvenientes:

- Una vez iniciado el ataque, muchas veces ocurría que dos submarinos atacaran a la vez al mismo barco del convoy, produciendo un despilfarro de munición (algo poco adecuado si se trataba de un torpedo).

- Además, era muy complicado una vez realizado el ataque, asignar cuántas toneladas había hundido cada submarino integrante de la manada de lobos.

- En la vorágine del ataque, era frecuente que los comandantes trataran de abatir muchos objetivos en poco tiempo, y eso incrementaba los riesgos de ser alcanzado por fuego amigo.

Una vez detectado el convoy, los submarinos maniobran para realizar su ataque. A partir de 1941 se utilizaron torpedos con sistemas de guiado FAT y LUT.

El sistema FAT (Federapparat Torpedo) permitía alterar el rumbo del torpedo una vez disparado Este sistema habilitaba la posibilidad de establecer el curso del torpedo antes de lanzar el sistema, permitiendo “programar” un patrón de dirección. Por ejemplo se podía establecer que tras un recorrido inicial de 1.000 metros, el torpedo tomara otra dirección durante unos 500 metros más y volviera a su dirección original, creando de este modo un patrón de búsqueda. En el caso de no producirse ningún impacto en el recorrido inicial, el torpedo daba la vuelta una y otra vez hasta que se producía el impacto o llegaba a su máxima distancia operativa. Lo ideal era dispararlos por delante de un convoy. Entró en servicio a finales de 1942.

El LUT (Lagemmabhängiger Torpedo), que se desarrolló a partir del FAT, pero incorporando dos mejoras en el patrón de búsqueda. Fue usado a partir de 1944. Ahora era posible “programar” un nuevo rumbo tras el recorrido inicial. Este nuevo rumbo permitía al torpedo seguir el curso del convoy para luego zigzaguear en el mismo. La distancia de este zigzagueo se podía programar entre cero y 1.600 m, mientras que en el FAT original solo había dos opciones. También la velocidad del torpedo se podía graduar entre 5 a 21 nudos.

Con todo, apuntar que el declive de las manadas de lobos vino a mediados de 1943, cuando el desarrollo del radar de onda corta, realizados por los Aliados, impidieron a los submarinos alemanes seguir operando en ataques de superficie, ya que el radar posibilitó que fueran detectados por aviones y barcos enemigos, haciendo inviables este tipo de ataques masivos. Al tener que atacar sumergidos, perdieron la iniciativa y la velocidad tan necesarias en este tipo de combate naval.

Para ver las principales operaciones realizadas por las "Manadas de Lobos" los invitamos a seguir este enlace:

http://www.u-historia.com/uhistoria/historia/articulos/convoy/manadas.htm

Fuentes: 🌐
"U-boat Tactics in WWII" de G. Williamson publicado por Osprey
Forosegundaguerra.com
u-historia.com
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¿El cruce de los Alpes fue la mejor opción para Aníbal?


Al estallar la 2da Guerra Púnica, Aníbal Barca concibió una estrategia inesperada tanto para sus hombres como más para los romanos: Llevar la guerra a la misma Italia.
Como se comprobó en la 1era guerra entre ambas repúblicas, Cartago no podía hacer frente al poder naval de Roma, por lo que Aníbal no hizo la travesía por mar para no enfrentar a la flota romana estacionada en Massilia.
Además, hacer el viaje por tierra permitiría el reclutamiento de mercenarios así como hacer alianzas con los pueblos galos que residían en el trayecto. A pesar de que la ruta terrestre era más larga y mucho más ardua, tácticamente era más beneficiosa. 

Según los historiadores de la época, Aníbal cruzó el río Ebro con 90.000 a 100.000 infantes y 12.000 jinetes, al cruzar los Pirineos sus efectivos habían empezado a reducirse por los destacamentos que dejó para custodiar el territorio y por los mercenarios íberos que no querían salir de su país, al llegar al río Ródano (casi la mitad del camino) sus fuerzas eran de 38.000 infantes y 10.000 jinetes. Una reducción impresionante, pero comprensible por ser en su mayoría tropas mercenarias. Al llegar a Italia el ejército púnico tenía una fuerza aproximada de solo 20.000 infantes y 6.000 jinetes. 
Aún así, era un número importante si se considera que los reinos helenísticos del Mediterráneo oriental con mucha dificultad podían alinear ese mismo número de tropas, pero solo en batallas decisivas. Los cartagineses en cambio aparte del ejército de Aníbal, contaban con muchas más tropas en Hispania y África.
Respecto a la travesía, existe controversia sobre la ruta utilizada para cruzar los Alpes. La hipótesis sobre el cruce por el puerto de la Traversette ha adquirido fuerza recientemente con un estudio publicado en 2016 y realizado por W. C. Mahaney y su equipo. En tal publicación se reconstruye la ruta de Aníbal conforme a las evidencias microbiológicas, geoquímicas y estratigráficas. Un argumento importante es que en el puerto de la Traversette se han encontrado masas de excrementos con alto contenido de bacterias Clostridia. Esto es importante dado que la presencia de tales microbios es característica en el estiércol de los caballos, que puede llegar incluso hasta el 70%. La datación de las muestras halladas se aproxima al año 200 a. C. y la travesía ocurrió en otoño del 218 a. C. (Ojo que también el hermano de Aníbal, Asdrúbal, cruzó los Alpes luego de ser expulsado de Hispania por los romanos para unirse a él en Italia el año 208 a. C. y habría utilizado la misma ruta)
El hambre, el frío y las enfermedades que sufrieron las tropas que efectuaron el viaje con Aníbal hicieron que miles de los efectivos muriesen. Es especialmente célebre el contingente de 37 elefantes de guerra que Aníbal llevaba en su ejército. Sin embargo, la mayoría de dichas bestias murieron en la travesía, principalmente por las difíciles condiciones de los Alpes y las marismas etruscas. Como muestra de esto, en la batalla de Trebia solo pudo alinear a 7 de sus elefantes sobrevivientes. 

Cómo punto a favor, hay que tener en consideración a los refuerzos galos que se unieron a los cartagineses una vez llegados a Italia, siendo su número en casi 40.000 infantes. Más adelante se unirían a Aníbal, los samnitas, campanos, lucanos y brucios en números también importantes.
El cruce de los Alpes es la operación táctica más notable y arriesgada de la Antigüedad. Aníbal podía evitar los esfuerzos de la travesía, pero su fulminante aparición por el Valle del Po le otorgó una importante ventaja estratégica que trasladó el conflicto al territorio romano y alteró la paz y las relaciones de poder de pueblos de la zona con Roma. Un eventual desembarco en Sicilia o en el sur de la península no hubiera tenido los mismos efectos. Aníbal superó las inclemencias climatológicas, los obstáculos orográficos, las tensiones con las tribus locales y la complejidad de organizar y comandar a un ejército de dimensiones considerables en una marcha tan larga. 

 ¿Fue el viaje por tierra la mejor alternativa? 
En el verano del 205 a. C. el hermano menor de Aníbal, Magón, encabezó una campaña de invasión a Italia, esta vez por mar, con 15.000 hombres. El ejército zarpó de Menorca a Liguria bajo la escolta de 30 quinquerremes. Magón logró capturar Génova, y mantuvo el control del norte de Italia durante casi tres años. Los romanos enviaron a 4 legiones para mantenerlo vigilado, pero no se atrevieron a arriesgarse a una combate directo. En 204 a. C. Magón fue reforzado, nuevamente por mar, con 6.000 soldados de infantería y algunos de caballería desde la misma Cartago.
Entonces, ¿acaso fue mejor arriesgarse a perder más de la mitad de sus excelentes tropas veteranas en el cruce de los Alpes, como al final ocurrió, que correr el mismo riesgo en una travesía más rápida por mar? En nuestra opinión, no era lo mismo transportar en barcos unos 20.000 hombres como hizo Magón que los 100.000 que llevo Aníbal.
📚 Bibliografía:
Tito Livio, historia de Roma, libros XXI-XXII
Polibio. Historia de Roma.
Lancel, S. (1997). Aníbal. Barcelona: Editorial Crítica.
Mahaney, W. C. et al. (2016). Biostratigraphic Evidence Relating to the Age‐Old Question of Hannibal’s Invasion of Italy, I: History and Geological Reconstruction.
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Shaka, el Napoleón africano

El Pueblo Zulú fue una monarquía que surgió en África en el siglo XIX, específicamente entre los años 1816 y 1897, extendiéndose en toda la costa del Océano Índico, entre el río Pongola y el río Tugela. Con una economía basada en la ganadería, ocuparon toda la región que hoy día pertenece a Kwazulu-natal y parte de África meridional, posteriormente pasó a ser parte de lo que se conoce como la Colonia Natal y, por último, a la actual Sudáfrica.

¿QUIÉN FUE SHAKA?
Shaka, jefe de la tribu zulú, fue descrito como el "napoleón africano" por su genio militar y la consolidación de cientos de tribus sudafricanas bajo el imperio zulú. Aunque de corta duración, Shaka dejó un gran legado a raíz de su turbulento y, según algunos relatos, su reinado cruel.
Shaka, rey de los zulúes, nació alrededor de 1787 hijo del jefe zulú Senzangakhona KaJama y Nandi, del vecino clan Langeni. Una narrativa popular es que la concepción de Shaka fue un error después de que sus padres se dejaran llevar por el uku-hlobonga, un ritual para parejas no casadas que involucran juegos sexuales previos. Cuando los ancianos zulúes, incluido el propio Senzangakhona, descubrieron que Nandi estaba embarazada, intentaron negarlo. Senzangakhona afirmó que el vientre hinchado de Nandi era un síntoma de iShaka, un escarabajo intestinal y parasitario.
Shaka, o Sigidi kaSenzangakhona, recibió su nombre como un recordatorio constante de su ilegitimidad, y a los seis años, Shaka y su madre fueron exiliados del kraal de su padre, una tradicional aldea africana de chozas.
Shaka y su madre regresaron a su casa donde no eran bienvenidos y finalmente fueron expulsados ​​para unirse a una tribu completamente diferente, los Mthethwa. En su adolescencia, a Shaka se le asignó un amabuto, o un regimiento militar de hombres jóvenes separados según el grupo de edad. Cada amabutho era llamado cuando era necesario para el combate, el trabajo, la policía o la caza.
Durante este tiempo llamó la atención del jefe de primera división, Dingiswayo. Shaka mostró gran valor, habilidad y fuerza. Un Dingiswayo impresionado se convirtió en una especie de mentor para él.


 EL JOVEN GUERRERO 
Shaka tuvo su primer contacto con la guerra a la edad de 21 años. Para entonces, ya era un gran guerrero.
Las batallas intertribales de la época fueron una demostración de fuerza con muy poco derramamiento de sangre. Los dos lados opuestos se enfrentarían entre sí a 40 o 50 yardas y lanzarían sus assegais hasta que un lado huyera. Incluso si perseguían, el lado que huía solo tenía que abandonar sus armas y rendirse y sus vidas se perdonarían.
Shaka rápidamente mostró su habilidad innata para la guerra y comenzó a alterar las herramientas de combate que le fueron entregadas. Primero, desechó las sandalias de piel de vaca porque podían hacerle perder el equilibrio. Con mayor agilidad, Shaka podría enfrentarse a un enemigo en lugares cercanos. Enseñó a desviar las lanzas con el escudo y luego cargar para matar. Enganchando el escudo de los enemigos a un lado con el suyo, podría hundir su assegai en su víctima.
También creó su propia arma con un mango corto y grueso y una hoja masiva. En efecto, había creado una espada. Shaka lo llamó el iklwa debido al sonido que hizo cuando fue empujado y sacado del cuerpo de alguien.
Llegó a ser conocido como Nodumehlezi , “el que cuando está sentado hace que la tierra retumba”.
Shaka derrotó con éxito al ejército de Zwide, el jefe de la tribu Ndwandwe, lo que le otorgó una generosa porción de ganado capturado. El jefe Dingiswayo, a su vez, convirtió a Shaka en su comandante en jefe y, lo que es más importante, ayudó a organizar una reconciliación entre Shaka y su padre separado, Senzangakhona.
Senzangakhona convirtió a Shaka en su heredero, pero antes de su asesinato en 1816, una de sus esposas lo convenció de hacer que el hermanastro de Shaka, Sigujana, fuera su sucesor. Pero el joven guerrero no lo dejó en pie. Con la ayuda de uno de los regimientos de Dingiswayo, Shaka mató a Sigujana y se hizo cargo de los 1.500 Zulus. Estaban entre los más pequeños de los más de 800 clanes, pero bajo Zulu, todo esto cambiaría.
💢 REINO UNIDO ZULÚ 💢 

Su nuevo dominio extendió se 100 millas cuadradas. Shaka seguía siendo un subordinado de Dingiswayo hasta que el jefe murió a manos de Zwide en 1817.

La muerte de Dingiswayo causó que muchos Mthethwa desertaran a Ndwandwe, mientras que otros se unieron a Shaka. Zwide demostró ser un enemigo formidable para él al principio, pero la estrategia militar superior del joven jefe guerrero obtendría una gran victoria contra los ndwandwe el año siguiente.
Este éxito le permitió a Shaka buscar alianzas con otras tribus y él consolidó su poder mientras su ejército crecía.
El rey zulú era conocido por su crueldad. El consenso general entre los historiadores es que cuando formó más alianzas, derrotó a más jefes y expandió el Reino Zulú, se convirtió en un déspota brutal. Exigió la lealtad de sus guerreros. Si alguien insultaba a su madre o a él, los condenaba a muerte por empalamiento.
Pero se mantuvo pacífico con los europeos e incluso envió delegados de su dominio a visitarlos. Bajo su reinado, no hubo conflictos entre los zulúes y los comerciantes blancos. Aunque los británicos negociaron el control sobre Port Natal, ahora la ciudad de Durban en Sudáfrica, no intentaron desafiar a Shaka. No sería hasta después de la muerte de Shaka que comenzaron los sangrientos conflictos entre su gente y los colonos holandeses-afrikaners conocidos como los "Boers".
El rey guerrero gobernó sin rival a más de 250.000 personas durante diez años. Pudo reunir a más de 50.000 guerreros a la vez y se dice que fue responsable de la muerte de unos dos millones de personas solo por la guerra.
Cuando su madre murió en 1827, algunos dicen que el rey zulú perdió la razón. Superado por el dolor, Shaka Zulu prohibió la agricultura y el uso de la leche durante un año. Las mujeres embarazadas y sus maridos fueron asesinados.
Tal vez harto, el medio hermano de Shaka, Dingawe, asesinó al joven tirano en 1828. Luego asumió el trono y asesinó a todos los zulúes que probablemente permanecerían leales a Shaka Zulú. Hizo enterrar el cuerpo de su hermanastro en una tumba sin marcas.
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La reina africana, Cartago

Qart-Hadasht (Ciudad Nueva) fue fundada entre los años 814-813 a. C. por una princesa fenicia exiliada (Elisa, llamada Dido). La ciudad fue la poderosa enemiga de los griegos y luego de Roma, cuyas guerras llamadas Púnicas marcaron un antes y un después de la historia antigua. En el año 146 a. C. la ciudad sería completamente destruida por el ejército romano, después de un asedio de casi 2 años, y declarado maldito el espacio que ocupaba. 


El término Púnico, que los romanos aplicaron a los habitantes de Cartago, proviene del latín Pūnicī que a su vez es una evolución de Poenicī, que era como llamaban a sus ancestros fenicios.

La ciudad estaba situada en una península, entre el golfo y el lago de Túnez, se comunicaba con el continente a través de un istmo, de unos 4.4 km de ancho y estaba protegida por una muralla triple de 34 km de largo y 25 mt de altura.

Los cartagineses descubrieron que los acantilados del lejano Cabo Bon estaban compuestos de una maleable y colorida piedra arenisca, de donde extrajeron sin desmayo grandes bloques que transportaban por mar para la construcción de Cartago.

El diseño urbanístico y la arquitectura eran una mezcla de modelos con antecedentes orientales (asirio-fenicio), de tipo orgánico y de modelos de lógica hipodámica, en parte creada por su propia práctica de la construcción y, en parte, sobre todo en su última fase, por influencia helenística.

El área de la ciudad se dividía en la zona eminentemente urbana y la rural llamada Megara, llena de feraces campos que servían principalmente para abastecer a la ciudad (más adelante sería esta zona la que motivo los encendidos discursos de Catón)

La ciudad alta se desplegaba en la colina llamada Byrsa, conformada por una inexpugnable fortaleza del mismo nombre y el templo de Eshmún. En las laderas se encontraban las grandes residencias de la aristocracia cartaginesa.



En la ciudad baja se ubicaba el barrio llamado de Salambo, y ahí el foro principal de Cartago, o Ágora, en esta zona debería estar ubicado el edificio donde se reunía el Senado cartagines. Cerca del foro se alzaba el templo de Tofet, donde se han descubierto miles de estelas y de urnas que contenían esqueletos de niños calcinados. Otros templos importantes eran aquellos dedicados a Melqart, a Shadrapa, Sakon o Sid. Esta parte de la ciudad era las más cercana del puerto y unida a él por tres avenidas en pendiente, pues se encontraban a mas altura que la del puerto mismo.



Uno de los pocos aspectos bien tratados por los antiguos, pues no dejaron de admirarlo, fueron las instalaciones portuarias de la ciudad. El llamado Cothon se dividía en dos partes bien diferenciadas, en primer lugar el puerto civil, rectangular, en donde se llevaban a cabo todas las transacciones de mercancías y demás, el puerto civil se comunicaba con el mar a través de un largo canal. Junto a este, pero protegido de las miradas indiscretas por una muralla, se accedía al puerto militar, una laguna circular rodeada de atarazanas suficientes para albergar a unos 220 navíos de combate.

En el centro de la laguna se elevaba el edificio donde el vivía el almirante y que funcionaria además como cuartel general de la escuadra, estaba sobre un islote y se elevaba por encima, tanto de los edificios circundantes, como de las murallas, permitiendo así observar desde ahí las evoluciones de las naves en alta mar.

El puerto, o mejor dicho, la cara de la ciudad que daba la mar, se encontraba protegida por una muralla simple.



La ciudad, verdadero emporio comercial, llego a contar en su momento de mayor poder con unos 200.000 habitantes, y era considerada como la ciudad mas rica del mundo conocido.

Las Guerras Púnicas sellarían el destino de la ciudad, después de ser derrotada en las 2 primeras los cartagineses abandonaron toda pretensión de supremacía política más allá de sus territorios tunecinos, pero esto no bastaba para una gran parte de la población romana.

El odio y temor de los romanos hacia el enemigo vencido se encarnaba en Catón el Censor. En el año 157 a. C. estuvo en Cartago con una comisión investigadora y comprobó que sus miedos no eran injustificados. ¿Aquella ciudad que rebosaba riqueza era la Cartago vencida? Roma no estaría segura mientras Cartago gozase de semejante prosperidad. La supervivencia de Roma exigía su desaparición. Esta opinión se convirtió en una idea obsesiva en la mente de Catón. Apenas vuelto a Roma, propugnó por la destrucción total de Cartago, adoptando la costumbre de terminar todos sus discursos en el Senado, cualquiera que fuese el asunto de que tratara, con estas palabras: Ceterum censeo Carthaginem esse delendam (Y además creo que Cartago debe ser destruida).

Objetivo que conseguiría, pero que no viviría para ver.

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La masacre de Wounded Knee


En 1889, los pronunciamientos del chamán Paiute Wovoka despertaron la esperanza del amanecer de una nueva era entre las tribus occidentales; una época que prometía el fin de la opresión euroamericana y el retorno a la autonomía tribal, el retorno del búfalo, la abundancia y la renovación espiritual. Según Wovoka, la liberación requería la participación en un régimen de danza ritual y oración. Cuando se difundió la noticia de su renacimiento de la danza fantasma, una delegación lakota lo visitó y luego llevó la danza fantasma a sus respectivas reservas.


En la mañana del 29 de diciembre de 1890, el Jefe Si Tanka o Spotted Elk (Big Foot), líder de un grupo de unos 350 Minneconjou Sioux, se asentó en un campamento improvisado a lo largo de las orillas de Wounded Knee Creek. El grupo estaba rodeada por tropas estadounidenses enviadas para arrestarlo y desarmar a sus seguidores. El ambiente era tenso, ya que una orden de arrestar al Jefe Toro Sentado en la Reserva de Standing Rock, solo 14 días antes, había resultado en su asesinato, lo que llevó a Big Foot a llevar a su gente a la Agencia Pine Ridge en busca de refugio. El general Nelson Miles, alertado con anterioridad acerca de las actividades de la banda de danza fantasma, ordenó al comandante Samuel Whiteside y al Séptimo de Caballería que detuvieran a Big Foot y sus seguidores, y el regimiento los interceptó el 28 de diciembre, llevándolos al borde de un arroyo. Mientras confiscaban sus armas, un disparo atravesó el frío aire de la mañana. En cuestión de segundos, la atmósfera cargada estalló cuando los hombres indios se apresuraron a recuperar sus rifles confiscados y los soldados comenzaron a disparar una descarga tras otra en el campamento de los sioux. Desde una colina, una ametralladora Hotchkiss barrió contra las tiendas, el humo de la pólvora llenó el aire, y hombres, mujeres y niños corrieron hacia un barranco cerca del campamento, solo para ser atrapados en el fuego cruzado. Más de 200 Lakota yacían muertos o muriendo a raíz de ellos, así como al menos 20 soldados.
Aunque la historia de la Masacre de Wounded Knee es bien conocida, sus causas y efectos siguen siendo un enigma más casi 130 años después. Para los estadounidenses del siglo XIX, representó el fin de la resistencia india y la conquista de Occidente. Para los indios, representaba el absoluto desprecio de los Estados Unidos hacia sus tratados, su duplicidad y su crueldad hacia los nativos. En el siglo XX y más allá, Wounded Knee continúa alimentando la controversia y el debate sobre el ímpetu y la intención del gobierno de ese entonces, el papel de los militares y las formas conflictivas en que se recuerda la tragedia hoy. 
El campamento Sioux antes del "incidente"
Debate de política de exterminio
La danza, un aspecto significativo de la expresión cultural nativa, siempre ha desempeñado un papel vital en los rituales y ceremonias utilitarias y religiosas. Sin embargo, en el empuje hacia el oeste en los años posteriores a la Guerra Civil, los estadounidenses vieron a los indios bailar como una amenaza. Al temer un levantamiento indio orquestado, en la década de 1870, tanto los Estados Unidos como Canadá habían promulgado leyes que prohibían la realización de rituales culturales o religiosos, incluido el baile. Unos 19 años más tarde, el general Nelson Miles, asignado a investigar el fenómeno de la Danza Fantasma entre las tribus de las Llanuras, emitió una advertencia de que si no se detenía la práctica, podría llevar a una guerra india total. En respuesta, el Departamento de Guerra desplegó 7.000 soldados para mantener el control sobre los Lakota.
Uno de los temas más debatidos entre los historiadores de hoy es por qué se utilizó la fuerza militar letal contra las tribus para imponer la prohibición de bailar y si esa fuerza fue un subproducto de la guerra o el resultado de un asesinato premeditado o genocidio. Algunos académicos están trabajando para reescribir la versión de larga data de las guerras fronterizas desarrollada por eruditos como Robert Utley, quien en su libro de 1963 “Los últimos días de la nación Sioux”, calificó la masacre de "un lamentable y trágico accidente de guerra ... para el que ninguno de los lados en su conjunto puede ser condenado adecuadamente".
Según Catharine Franklin, experta en guerra india y profesora de historia, la definición de genocidio no encaja. “En los últimos 10 años, he leído miles de cartas de oficiales del ejército y otros representantes federales. No hay evidencia de una política de exterminio”.
Jeffrey Ostler, profesor de historia en la Universidad de Oregón, sostiene que la política de los Estados Unidos en el siglo XIX, subrayada por el pensamiento imperial y colonial, se basaba en gran medida en la aplicación violenta. Tampoco encuentra ninguna base para creer en el exterminio intencional, pero afirma que la inclinación de los Estados Unidos a usar el poder militar para intimidar y coaccionar a las tribus resultó en una masacre total.
Franklin señala que se ha hablado mucho de los amargos comentarios del General William Tecumseh Sherman, Comandante del Ejército de los EEUU y Phil Sheridan, en ese momento Comandante de la División de Missouri bajo el presidente Ulysses S. Grant después de la masacre de Fetterman en 1866, en el cual, 81 soldados estadounidenses fueron atraídas a su muerte por Crazy Horse y Red Cloud. Sherman escribió a Grant: "Debemos actuar con seriedad vengativa contra los sioux, incluso hasta su exterminio".
“Si el objetivo fuera el genocidio, esperaríamos que los comandantes en el campo mataran indiscriminadamente a los indios cuando tuvieran la oportunidad, pero sabemos que no lo hicieron. En lugar de usar la palabra 'genocidio', quizás lo mejor es llamarlo lo que fue: asesinato. Las personas fueron asesinadas en Wounded Knee”, dice Franklin.

El campamento sioux después del "incidente"
“Una masacre sanguinaria y estrafalaria”
También es importante tener en cuenta que la política de los indios americanos se basó originalmente en el objetivo de la civilización, no en el exterminio. Los ideales ilustrados sobre los cuales se formó inicialmente la política india británico-estadounidense enseñaron que todos los humanos comenzaron como salvajes; primitivos sin concepto de propiedad individual. Se pensaba que los salvajes evolucionaron de forma natural desde la caza y la recolección hasta el pastoreo, y hacia un estilo de vida agrario completo, que era el ideal de civilización euro-estadounidense. Como Thomas Jefferson supuso en su libro, “Notas sobre el estado de Virginia”, una vez que las tribus adoptaron la agricultura, se mudaron al oeste voluntariamente para convertirse en granjeros. Luego, razonó, los estadounidenses podían casarse con ellos de manera honorable y, a través de generaciones de descendientes, eventualmente “criarían al indio”. Los estadounidenses blancos reclamarían entonces la propiedad legítima del continente.
Sin embargo, en la cresta del siglo XX, los estadounidenses habían revisado su pensamiento sobre tal evolución natural. A fines de la década de 1880, prevaleció una nueva política federal de asimilación forzada, ya que los estadounidenses hambrientos de tierra se impacientaban esperando que las tribus evolucionaran a la civilización en su propio tiempo. Franklin cree que la violencia en la frontera se intensificó en gran parte como resultado de este tipo de política india desigual. “El ejército tenía la tarea de empujar a los indios a las reservas e intentar mantenerlos allí. Esto no siempre fue un proceso violento. Lakotas, Kiowas y Comanches se habían movido libremente dentro y fuera de las reservas a fines de la década de 1860 y principios de la década de 1870 sin represalias por parte del ejército. Tendemos a pensar en las "Guerras Indias" como una serie de conflictos constantes, pero eso no es exacto. Los militares a menudo funcionaban como un amortiguador entre los blancos y los indios; por ejemplo, los oficiales del ejército también trabajaron junto con los guerreros de Lakota para expulsar a los mineros de Paha Sapa”.

Entierro de las víctimas en fosas comunes
Los medios de comunicación también tuvieron un gran impacto en la forma en que los estadounidenses comenzaron a ver a los indios a medida que se acercaba el siglo XX. Inmediatamente después de la masacre de Wounded Knee, el incidente fue ampliamente divulgado a través de la prensa, y la mayoría de los artículos se hicieron eco de la postura pública del gobierno: que el ejército había sofocado una insurrección peligrosa organizada por Sioux sedientos de sangre. William Fitch Kelley, un reportero de Nebraska y testigo presencial, escribió: "Dudo que quede un dólar o una grava para contar la historia de la traición de este día. Los miembros de la Séptima de Caballería se han mostrado una vez más como héroes". El New York Times se refirió a Wounded Knee como una "batalla", mencionando poco sobre la muerte de mujeres y niños. En enero de 1891, sin embargo, un editorial del Times observó que el evento fue "casi uniformemente tratado como una masacre sanguinaria y sin sentido" en los periódicos europeos.
Algunas de las críticas más duras se dirigieron a la política federal y provinieron de oficiales militares en el campo. Aunque desanimado por sus superiores para hacerlo, Miles pidió un tribunal de investigación sobre la masacre, pero a pesar de su condena, el Departamento de Guerra otorgó 20 Medallas de Honor a las tropas involucradas y erigió un monumento para honrar a sus soldados caídos. Miles posteriormente emergió como un destacado campeón de la justicia por los errores cometidos en Wounded Knee.
"El ejército lleva a cabo la política como un instrumento del gobierno federal, entonces como ahora", señala Franklin. "No hubo una política india coherente más allá de los vagos mandatos de las amplias recomendaciones de Ulysses S. Grant, es decir, la llamada política de paz de 1869. En ausencia de directrices claras, los oficiales del ejército tenían mucha libertad para tratar con los indios y sus problemas. Algunos oficiales confiaban en la violencia. Otros trabajaron por hallar soluciones pacíficas”.
Como el historiador David W. Grua detalla en su libro ”Surviving Wounded Knee: The Lakota and the Politics of Memory", en el caso de Miles, quien murió en 1925, "su defensa llevó a investigaciones gubernamentales en 1917 y 1920 a través de las cuales los burócratas registraron docenas de las declaraciones de los sobrevivientes restantes".
“Aunque la investigación de 1920 concluyó con una modesta propuesta para compensar a los Lakota con $ 20.000 por las propiedades robadas del campo de exterminio, el gobierno no tomó ninguna medida. Su oposición al uso excesivo de la fuerza contra los nativos y su condena pública por el incidente de Wounded Knee fueron ampliamente citadas en el Congreso para apoyar proyectos de ley destinados a 'liquidar la responsabilidad de los Estados Unidos' por la masacre”, señala Grua en un blog de Oxford University Press.
En 1914, cuatro ex combatientes de las guerras indias, entre ellos William Cody (Buffalo Bill), Theodore Wharton, Nelson Miles y Charles King, participaron en una película producida por Buffalo Bill Historical Picture Company. La película, originalmente titulada "Guerras de civilización", pasó a llamarse "The Indian Wars Refought". La recreación de cuatro grandes conflictos entre los EEUU y los Sioux, las escenas de batalla, la danza fantasma y los actos de escalada simulados se intercalan con imágenes de la captura de Big Foot y la llamada "Batalla" de Wounded Knee. El propósito de la película, que recibió un apoyo incondicional del gobierno federal, fue presentar una descripción real de la resistencia de los Sioux y los eventos que siguieron. La película provocó aún más controversia entre los funcionarios de los Estados Unidos que pensaban que era demasiado comprensiva con los Sioux. Después de ser mostrada en la ciudad de Nueva York y en Denver, fue cancelada debido a la presión del gobierno para suprimir su sentimiento "pro nativo americano".
Si bien nunca se puede llegar a un acuerdo sobre las causas o la culpa de la tragedia, la masacre de 1890 en Wounded Knee, originalmente promocionada como una "batalla", sigue siendo un símbolo venerado de la represión colonial y la resistencia indígena para los pueblos indígenas de todo el mundo.
Algunos sobrevivientes, sobretodo niños y ancianos


Fuentes:
Jensen, Richard E., R. Eli Paul, and John E. Carter. Eyewitness at Wounded Knee. Lincoln: University of Nebraska Press, 1991.
Brown, Dee, Bury My Heart at Wounded Knee (1971)
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