El ejercito francés antes de la ofensiva alemana de 1940 - Parte 4

¿Hitler o Manstein? 

Si la ofensiva alemana se hubiera desencadenado en esa fecha del 17 de enero de 1940, no habría sido exactamente idéntica a la que se lanzaría cuatro meses más tarde. Pero ya habría diferido mucho de la que Hitler había ordenado para el 7 de noviembre de 1939. Había nacido la idea de la maniobra de Sedán.

Se discute la paternidad de esta "Maniobra de Sedán". Generalmente se admite que fué imaginada por el General Erich Von Manstein, sometida a Hitler y adoptada por éste. El estudio de los documentos y la confrontación de fechas no permiten aceptar esta confrontación.

Sin duda, Manstein tuvo la idea del plan de Sedán. Pero no tuvo la posibilidad de presentársela a Hitler, que conoció el pensamiento del general en un momento en que ya había dictado todas las disposiciones esenciales de la maniobra. Como dirían Keitel y Jodl en el proceso de Nüremberg, "tenía grandes dotes para la estrategia". El mismo Manstein, menos categórico que sus partidarios, admite que el pensamiento del Führer pudo seguir una marcha paralela al suyo, y que no está muy seguro de haber sido su inspirador.

La cuestión ha sido estudiada por el general francés Koeltz, en su libro "Cómo se resolvió nuestro destino". Aún dejando un hermoso papel a Manstein, cuyos talentos militares son indiscutibles, Koetlz establece que el autor efectivo del plan de Sedán es el cabo Adolf Hitler.

El jefe de estado mayor del grupo de ejércitos de Rundstedt durante la campaña de Polonia, Manstein volvió al oeste con las mismas funciones. Su cuartel general estaba en Coblenza, en una vieja plaza donde se respetó el monumento elevado por el prefecto del Rin y Mosela, Lezay Marnesia, para conmemorar el paso del Emperador Napoleón en marcha hacia Moscú.

Nunca había visto a Hitler, y aunque no se hubiera mezclado en la conjuración militar, sus sentimientos respecto al nacionalsocialismo eran los de su casta.

Por lo demás, él tampoco era muy querido por sus colegas. Hacía resonar demasiado su inteligencia y su capacidad.

General Erich Von Manstein
A fines de octubre, llegaron las instrucciones del O.K.H (Oberkommando des Heeres), para realizar la ofensiva dispuesta por el Führer. Se han adaptado a los modestos objetivos previstos en la Instrucción del 9: conquistar la costa belga para operaciones aeronavales contra Inglaterra.

Eso se parece a lo de Schlieffen, por la amplitud del movimiento de giro y de la fuerza del ala derecha, pero no es Schlieffen, puesto que el objetivo es conquista territorial, y no aniquilación del enemigo. Schlieffen, cuya maniobra fue preparada por el Moltke de 1914, preveía llegar al bajo Sena para capturar y envolver al ejército francés. Schlieffen, imitado por Brauchitsch apunta a lo sumo la conquista de los puertos del Mar del Norte. El papel del grupo Rundstendt (Grupo A) en ese esquema es secundario. Con dos ejércitos y una sola división blindada, atacará en dirección al Mosa, pero sólo para cubrir y facilitar la maniobra del Grupo B.

Plan Schlieffen
El 31 de octubre, Manstein reacciona. Hace que Rundstedt firme dos contra propuestas. La primera sugiere abandonar la ofensiva: en lugar de atacar, el ejército alemán se haría atacar. Exasperando a Inglaterra con bombardeos aéreos y luego aplastaría al enemigo salido de sus fortificaciones. La segunda contra propuesta se aplica al caso en que se mantenga la ofensiva: Manstein pide el refuerzo del Grupo A a expensas del Grupo B. Tres ejércitos deben bastar a este para las tareas que tiene asignadas.

Con otros tres ejércitos, el Grupo A podrá salir de su simple papel de flanqueador. Dice Manstein: "Si el enemigo cometiera el error improbable de empeñar todas sus fuerzas en Bélgica, el Grupo A podría lanzar uno de sus ejércitos en dirección al Somme". Contraatacaría en el flanco del contraataque, en vez de limitarse a contenerlo.

Todavía no es la maniobra de Sedán, la perforación fulgurante sobre el Mosa y la explotación relámpago hasta el mar. Por lo demás, Manstein no se hace ilusiones. Reglamentariamente, su memorándum está dirigido a Brauchitsch, de quien no espera comprensión ni cooperación. En efecto, no le llega ninguna respuesta. Rundstedt, a quien Manstein lanza a atacar a Brauchitsch, obtiene penosamente, tras una tempestuosa discusión, que agregue a su grupo de ejércitos otra división blindada, tomada de las reservas del O.K.H. Pero no cambia nada en su misión.

El 12 de noviembre, golpe de escena. Llega al estado mayor del Grupo A, la siguiente nota:

"El Führer ha ordenado lo siguiente:

Se constituirá una tercera agrupación rápida en el ala Sur del XII Ejército. Se utilizará en la zona sin bosque que se extiende a ambos lados de Arlon-Tintigny-Florenville. Comprenderá el 19no Cuerpo de Ejército, los 2do y 10mo Panzer, una división motorizada, la Leibstandarte AH y el regimiento Gross Deutschland"

La misión designada a esa agrupación es la siguiente:

"En Sedán o al sudeste de Sedán, conquistar por sorpresa la orilla Oeste del Mosa, para crear condiciones favorables para la continuación de las operaciones".

Una vez más, no es todavía la maniobra de Sedán. Pero ya tiene algo de ella. El 19ª Cuerpo de Ejército, es Guderian, el más experto, el más emprendedor de los conductores de grandes unidades de blindadas. Su asignación al Grupo A es un paso decisivo para trasladar el centro de gravedad a las Ardenas. Por primera vez, la idea de una ofensiva sorpresa y de su punto de aplicación, Sedán, aparecen en una orden de operaciones. Lo que falta todavía es la explotación, el desbordamiento de los blindados por las llanuras del Norte de Francia, el raid de caballería mecanizada que desarticulará al ejército francés en unos días...

Heinz Guderian
Para Manstein, la cuestión que se plantea es saber dónde ha encontrado su inspiración el Führer. No la atribuye a su memorándum del 31 de octubre, que sabe que no ha franqueado la barrera del O.K.H. Pero el jéfe del XVI Ejército, General Busch, ha sido recibido por Hitler unos días antes, y es posible que le haya comunicado las ideas que surgen en Coblenza. Es posible también, admite Manstein, que Hitler haya encontrado solo la idea. "Er besass einen Blick für taktische Möglichkeit und brütete viel über den Karten...". No, acá va la traducción:

"Tenía ojo para las posibilidades tácticas y estudiaba mucho sobre los mapas"

Condescendencia del profesional Manstein sobre el aficionado cabo Hitler.

En realidad, Busch no tuvo nada que ver con la decisión del 12 de noviembre. Es sabido por los testimonios de Keitel y Jodl, que Hitler, ante el plan del O.K.H., se hizo la misma reflexión que Manstein: "Se han calzado las botas de Schlieffen...". Volviendo sobre el problema, enredando en los mapas, trató de liberarse del hechizo que el gran estratega de Guillermo II hacia pesar sobre el pensamiento militar alemán.

La designación de Guderian a Rundstedt es su primera reacción contra la preponderancia del ala derecha. Además, y para el caso de que la sorpresa de Sedán produjera grandes resultados, hizo estudiar la transferencia, en el curso de las operaciones, de todas las divisiones blindadas del Grupo B al Grupo A. La idea de una brecha en el dispositivo francés, le da vueltas en el ánimo.

Por su lado, Manstein multiplica los memorándum: 21 y 30 de noviembre, 6 y 18 de diciembre, 12 de enero. Las perspectivas de perforar por el centro le parecen cada vez más seductoras. En relación con una estrategia fundada en el envolvimiento por alas, renueva el famoso esquema de la batalla de Cannas, que al cabo de veintitrés siglos, sigue convirtiendo a los generales alemanes discípulos de Aníbal.

Por ello mismo, tiene un elemento sorpresa. Otro elemento de sorpresa, táctico este, es la naturaleza de las Ardenas, falsamente representada como impermeable a los tanques. Hitler estudió sobre el mapa cuando observó que los grandes claros de Arlon, de Tintigny, de Florenville, permiten alcanzar el Mosa sin encontrar el obstáculo de las altas arboledas.

Manstein, por su lado, trabaja la maniobra, y sin poder sospechar que los franco-británicos se harán envolver estúpidamente en Bélgica, ve cada vez más clara la posibilidad de alcanzar las bocas del Somme de un golpe directo.

Lo que no es cierto es que inspirara a Hitler. Todavía no lo había visto, y según los testimonios de los oficiales del O.K.H., Jodl, Warlimont y Lossberg, ningún memorándum suyo alcanzó nunca la mesa del Führer.

Por lo demás, se acaba su tiempo en el Estado Mayor, El 9 de febrero es nombrado jefe de cuerpo de un nuevo ejército, y se va a Pomerania para organizarlo.

Partido Manstein, prosigue la elaboración del plan Sedán. Con fecha el 13 de febrero, Jodl anota en su diario que el Führer vuelve a plantear la cuestión del centro de gravedad, haciendo observar que se dedican demasiados medios blindados a zonas secundarias: "Les harán falta al XVI o al XVII ejército. Hay que dirigirlos hacia Sedán. El enemigo no espera allí nuestro esfuerzo principal". De acuerdo con esas instrucciones el O.K.H. revisa otra vez su dispositivo. Asigna al Grupo A tres nuevas Panzerdivisionen, las 1ª, 5ª y 9ª. Bock, que tenía nueve de las diez en el plan original, no conserva más que tres. Rundstedt, que no tenia más que una, ahora tiene siete, cinco de ellas en frente mismo de Sedán. Además, el IV Ejército (Von Kluge) se ha retirado a Bock para ponerse a sus órdenes. "Llegamos - anota Jodl - a tener al Sur de Lieja tres veces más fuerzas que al Norte".

En ese momento, el 17 de febrero, es cuando Manstein ve por fin a Hitler. Es invitado a la nueva Cancillería con los nuevos jefes de cuerpo, Geyr Von Schweppenburg, Schmidt, Reinhardt, Glumme, más Rommel, y naturalmente Jodl y Keitel.

Después de comer, Hitler retiene a Manstein, y llevándole a una sala vecina. le pregunta sobre su opinión sobre el modo de hacer la ofensiva contra Francia. "Manstein - relata el dorado diario de Jodl - dijo que la decisión no está al Oeste del Mosa, sino en el mismo Mosa, en la región de Sedán-Charleville. Pero hay que tener allí grandes fuerzas blindadas, o sino... nada. Todo lo que se deje atrás no llegará a tiempo al campo de batalla".

Relatando la entrevista en su libro "Verlorene Siege", Manstein dirá: "No sé si Hitler conocía o no nuestro plan, pero debo decir que entró en nuestras ideas con asombrosa rapidez...". Era fácil, ya que desde hacía meses vivía con idénticas ideas, y acababa de dar dos días antes las órdenes para realizarlas.

El plan de Sedán estaba maduro. Faltaba afinar la realización. Las dificultades son enormes. Hay muchos obstáculos para atravesar las Ardenas. Los caminos son raros, estrechos y tortuosos. Las divisiones blindadas y motorizadas representan columnas enormes. Hay que escalonar las tropas, superponer varias unidades en el mismo itinerario, fijar intervalos de paso rigurosos, pasar todo lo que no sea esencial a los caminos del bosque.

El menor error, la menor resistencia, el menor bombardeo aéreo pueden crear inmensos atascos en medio de los bosques, tras de los cuales sólo llegarán al Mosa elementos dispersos.

Cabe preguntarse si no es una perversión del espíritu elegir una pista de jabalíes para atacar al ejército francés, mientras que las llanuras abiertas y firmes de Brabante parecen creadas para los combates de tanques.

En un Kriegspiel del 15 de marzo, Von Bock estalla: "¡Pasan a 15 Km de la Línea Maginot! ¿Y se piensan que los franceses se van a contentar con mirarlos? ¡Amontonan los medios blindados en los desastrosos caminos de las Ardenas, y se olvidan de que se ha inventado la aviación! ¡Se imaginan que cruzarán el Mosa en un día y que correrán hasta el mar con un flanco expuesto de 300 Km! ¿Qué harán si se encuentran arrinconados entre la frontera y el borde del río; o si los franceses no entran en Bélgica; o si los dejan pasar el Mosa como Pedro por su casa para después aplastarlos en un contraataque?... Créanme, están delirando."

Una muy interesante observación... Aunque, Bock, desplazado del papel principal, puede ser sospechado de resentimiento. Pero el propio jefe del Grupo A, Rundstedt, está muy inquieto: "El pequeño Gamelin es hábil, no lo olviden...".

Ese excelente soldado clásico que es Halder pide que por lo menos se detengan en el Mosa para permitir a la infantería que alcance a los medios blindados y montar "einen rangierten Gesamtangriff", un ataque general por oleadas. Jodl, general doméstico y ferviente admirador de Hitler, aunque seducido por la sencillez genial de la maniobra, tiene empeño en librarse de responsabilidades. "Entrego al Führer un informe en que subrayo que el ataque a Sedán es un camino secreto en que uno puede quedar sorprendido por el Dios de la Guerra..." (se lavó las manos de una manera notable).

El único de los realizadores que muestra una confianza imperturbable es Guderian. En el Kriegspiel del 15 de marzo, expone cómo cruzará el Mosa en cinco días.

"¿Y que hará después?", le pregunta Hitler. "A menos que haya una contraorden, seguiré al día siguiente hacia el oeste. Lo único que pido al mando es que me digan qué dirección he de tomar: Amiens o París..."

No hay nada más que decir. Hitler organiza personalmente los golpes resonantes, que cayendo al norte del campo de batalla, desviarán hacia allí la atención del enemigo. La 7ª División de Flieger no será lanzada sobre los pasos del Mosa y del Sambre, como había de serlo según los planes que Reinberger perdiera en Mechelen: caerá sobre Holanda, sobre el canal Alberto y sobre las fortificaciones de Lieja.

Fall Gelb (Plan Amarillo)
Simples capitanes franquean las puertas de bronce de la nueva Cancillería y estudian con el Führer cómo caerán sobre el puente de Vroenhoven y cómo serán depositados en planeadores sobre las estructuras del fuerte de Eben Emael, mientras que, con el mayor misterio posible, en el cómplice bosque de las Ardenas, la masa de los Panzer se deslice hacia Sedán.

Ya está ahí la primavera. En el frente de Lorena, donde brotan las yemas tras largas nieves del invierno, la actividad militar ha disminuido todavía más.

La tradición alemana es abrir las ofensivas aún un poco entrado el año: 21 de febrero de 1916 en Verdún, 21 de marzo de 1918 en el Somme.

En el Cuartel General francés, se deduce que el ataque no tendrá lugar. Alemania no quiere asumir el riesgo de romperse en la roca del ejército francés. Aquella "Guerra de Broma" se convierte cada vez más en una paz sobre armada...

Maurice Gamelin
Esta observación produce una decepción. Todos los testimonios son unánimes: Gamelin desea el ataque, con la firme convicción de que en aquel punto de la guerra, la defensiva aventaja a la ofensiva, y que detendrá en seco la inundación alemana en su frente continuo. "Daría - dice el dinosaurio Gamelin - mil millones por ser atacado". Con inquietud piensa en tener que pasar toda la primavera y todo el verano de 1940 con un inmenso ejército inmóvil, devorado por el aburrimiento.

La verdad no sospechada es que Hitler acaba de hacer una elección que da un aplazamiento de dos meses a las esperanzas francesas. Tras de vacilar y cambiar de opinión en varias ocasiones, al fin ha decidido, el 3 de marzo, hacer pasar el ejercicio Weser (Weserübung) antes del Fall Gelb (Plan Amarillo). En otras palabras, la conquista de Noruega antes de la ejecución sumaria de Francia. La guerra va a dar un rodeo por el Circulo Polar antes de volver a su cita en Sedán.

Los alemanes alistaban ya "La Muleta del Torero"

Fuente: "La Segunda Guerra Mundial". Raymond Cartier. Ed. Larousse/Paris Match. 1970.
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